La complejidad de hablar sobre el temazo de la trata de mujeres nos hizo dar unas cuantas vueltas antes de decidir el claim definitivo de esta campaña. Tuvimos claro desde un principio que era un proyecto que teníamos que humanizar, ¿Cómo? A través de testimonios sacados de historias reales.

Son personas, trátalas como tal es el resultado de unir esos testimonios al aporte de soluciones que decidimos añadir con un código QR. El objetivo final fue visibilizar que la trata de mujeres es una forma de violencia real que atenta directamente contra la libertad de las mujeres y la igualdad de género.

Al no tener un target definido por parte del cliente, teníamos la oportunidad de hacer una campaña declinable, hablando a cada una de las partes bajo un concepto unificado: un mensaje claro y directo que se fusionado en un universo visual muy potente.